Con un poquito de retraso llega la segunda parte, pero es que no he parado este finde: ayer reunión de amigis para el partido (que conste que el fútbol buaj, pero es tan diver verlos tan nerviosos por algo), hoy por la mañana compras navideñas y esta noche cena para ver las fotos del viaje, y mañana lunes ¡qué estrés!
Bueno me había quedado en el
Domingo 7 dic, este día subimos al Barrio de Montmartre o Barrio de los Pintores, creo que de las 4 veces que he estado nunca ha habido tanta gente, y eso que había muchísima niebla. Visitamos la Iglesia, a la salida parada para el primer café del día y luego un largo paseo por sus calles, entrada a las tiendas donde compramos dos grabados que enmarcaré para colgar en la futura habitación de los niños (dentro de bastante tiempo, bien sûr!)
Había también una feria de agricultores de la zona con cata de productos, vino, confituras, patés y entramos a verla, y a probar el vino, claro. En la bajada decidimos separarnos, unos a visitar el Louvre, otros a a callejear y nosotros decidimos visitar el Museo d' Orsay, os informo de que los museos de Paris tienen entrada gratuita los primeros domingos de cada mes. Este museo me gustó mucho, es una estación de tren reonvertida en museo. Lo mejor: la exposición de pintores impresionistas, Van Gogh, Cezanne...
A la salida llegamos a los jardines de las Tullerias donde me "tullía" de frío, y seguimos por la Rue Rivoli hasta el hotel, que quedaba justo al lado del Forum des Halles. Allí nos reunimos con los demás y nos fuimos a cenar.
Lunes 8 Dic: Salimos hacia la Place des Vosges, atravesando el Barrio judío o del Marais, paramos primero en el Forum des Halles (el hotel quedaba justo ahí) visitamos la Iglesia de St. Eustache, y seguimos hacia el museo Georges Pompidou, que por fuera es un poco horroroso para mi gusto, no queda nada bien en Paris.
Seguimos hacia la citada plaza, donde en su día vivieron célebres escritores como Victor Hugo. Paramos para un delicioso chocolate y seguimos hasta la plaza de las Bastilla, en donde está la Ópera de la Bastilla. Desde aquí cogimos el metro para visitar la Ópera Garnier (la "elegantilla", jeje). Es preciosa, yo hasta este viaje no había entrado pero merece la pena. Además había una exposición de joyas que María Callas uso en sus actuaciones. Muy bonito todo.
Place des Vosges
Tras la visita, llegamos a la Place Vendôme, donde está el Ritz y las joyerías más caras. Mi marido no me quiso comprar aquí ningún souvenir :(
Seguimos luego hasta las inmediaciones del Louvre para comer y luego seguir la tarde, cada uno por su lado para hacer las compras. Yo me centré en Sephora, fuimos también a Marc Jacobs, en donde puedes comprar desde llaveros a 1 Euro hasta los fantásticos bolsos a 585 Euros, etc. También encontré un bolso parecido al 2.55 en una tienda de segunda mano que queda detrás del Hotel de Ville y de los grande almacenes BHV, por sólo 20 Euros.
Exhaustos volvimos al hotel para salir a cenar. Después volvimos al hotel y cuando entramos en el ascensor (ocho personas de peso medio) aparece un recepcionista delante del ascensor (ya estábamos dentro) diciéndonos que érmoas muchos que no íbamos a quedar bloqueados. Que conste que llevábamos subiendo y bajando los 8 todos los días y nadie nos había dicho nada, además en el ascensor ponía como máximo 8. Pues dicho y hecho. Ascensor bloqueado en el tercer piso.
Yo al principio pensé que era una broma, pero no. Y claro yo tengo un POCO de claustrofobia+8 personas+todos con los abrigos,gorros,guantes, bolsos+recién cenados= qué ataque de pánico me entró. El novio de una de mis amigas empezó a sudar la gota gorda, su novia también histérica.
Tocábamos la alarma y se oía una voz súper lejos en francés: Díganme un número de teléfono para poder llamarles, y nosotras le contestábamos en "francés presa de los nervios" que los móviles no tenían cobertura.
Los del hotel ni inmutarse y nosotros venga a darle a la alarma y yo asfixiada ya... horrible. Al final dice uno de los chicos, intenta abrir la puerta y el que estaba delante muy Mc Giver él empieza a abrirla y de repente entra una airito fresco... uf qué alivio. Otro de los amigos empieza a tocar piezas en la puerta de fuera y logra abrirla y empezamos a saltar al piso de abajo, todos aventureros, yo me tiré al suelo sentada, llorando-riéndome de los nervios, pensando en el hijo de p.. del recepcionista que nos había bloqueado.
Total que bajan cuatro de mis amigos a pedir cuentas de lo que había pasado y de por qué no habían hecho nada y el recepcionista todo borde empieza a decir que éramos unos irresponsables, que él lo hbía advertido. Cuando le dicen que el ascensor es para 8 y que además tiene alarma de sobrepeso el tío desaparece. Pues más nos indignamos. Yo cabreadísima pero ya más relajada bajo al rato a pedir la hoja de reclamaciones y el tío cínico me da un folio en blanco y cuando le digo que si no hay un modelo oficial como en España me dice que no que escriba ahí. Pues más me cabreaba y pedí hablar con el director del hotel pero hasta la mañana siguiente nada.
Total que al final el viaje se nos "accidentó" un poquito, al día siguiente hablamos con la directora, le contamos lo sucedido, nos dio las hojas de reclamación (que sí había) y nos dijo que había sido casualidad que el ascensor no lo puede bloquear nadie (cosa que no me creo) . Pero bueno ahora esperamos la respuesta a ala reclamación aunque me conformo con que al recepcionista barbudo-borde le caiga una buena bronca, porque pasé uno de los peores ratos de mi vida. Qué angustia. Aunque también nos echamos unas buenas risas después deseándole toda clase de desgracias al barbudo.
El martes por la mañana, en el aeropuerto y como compensación por lo de la noche anterior empezó a nevar, yupi!! Era la segunda vez que veía nevar en mi vida así que imaginaros, como niños pequeños los 8.
Qué os parece, un puente entretenido no?
Y mañana las fotos de las compras. I promise.